China enfrenta una gran amenaza para la autonomía de los semiconductores, ya que Japón y los Países Bajos planean unirse a la guerra tecnológica en curso.

Después de meses de especulaciones y conversaciones, parece que Japón y Holanda se unirán a Estados Unidos para detener la exportación de tecnología de semiconductores a China. Japón y los Países Bajos son los principales proveedores de equipos de fabricación de semiconductores.

Aunque Estados Unidos tiene el grupo más grande de fabricantes de dispositivos integrados de semiconductores (IDM), Advantest de Japón (un fabricante líder de equipos de prueba automáticos (ATE) para la industria de semiconductores), Tokyo Electron, Haribo, Hitachi, Kokusai y ASML holandés (un fabricante líder de proveedor de la industria de semiconductores que proporciona a los fabricantes de chips hardware, software y servicios para producir diseños de circuitos integrados en masa) también son actores importantes en esta industria.

Para establecer las líneas de producción de semiconductores más avanzadas, China necesita el apoyo de las principales empresas estadounidenses, como Applied Materials Inc., Lam Research Corp. y KLA Corp. Sin embargo, con las sanciones estadounidenses actuales, que no solo limitan las exportaciones de maquinaria fabricada en Estados Unidos. , pero también impide que los ciudadanos estadounidenses trabajen con los fabricantes de chips chinos, es difícil para el país producir semiconductores de alta calidad. Si Japón y los Países Bajos también agregan sanciones a China, se desvanecerán las esperanzas de los países de lograr el dominio mundial en tecnología.

Akira Amari, un político del PLD japonés y el hombre detrás del auge de la industria de semiconductores de Japón, dijo a Bloomberg News que su país debe unirse a Estados Unidos para frenar las ambiciones de chips de China, advirtiendo que Beijing es parte de un grupo de naciones que buscan la hegemonía global y por lo tanto, debe ser frenado. Amari también agregó que cualquier sanción debe calibrarse cuidadosamente para evitar un desacoplamiento completo que ponga en riesgo la estabilidad económica mundial.

Incluso si los gobiernos de Japón y Holanda no van tan lejos como los Estados Unidos con sus sanciones, Beijing se encontrará en una situación difícil con más restricciones adicionales de estos dos países. Si EE. UU., Japón y los Países Bajos actúan juntos, China no tendrá acceso a la tecnología o el equipo para construir semiconductores avanzados.

Semiconductores son uno de los artículos tecnológicos más populares de esta década. Todos los principales sectores tecnológicos, como la comunicación por cable, la electrónica de consumo, la electrónica industrial, la electrónica de automoción, la comunicación inalámbrica, la informática y el almacenamiento de datos, requieren semiconductores.

China, que aspira a convertirse en el líder mundial en inteligencia artificial y computación cuántica, necesita un suministro ininterrumpido de semiconductores para lograr este objetivo. Sin embargo, las restricciones relacionadas con la pandemia y las sanciones estadounidenses en curso han expuesto las lagunas en la cadena de suministro de China, fortaleciendo aún más la creencia de Beijing de que la autonomía en la industria de los semiconductores es la única forma en que China se convertirá en el líder mundial en tecnología.

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